Donde tu mirada se pierde. Allí

Obras de Mercedes Larreta

El jueves 19 de septiembre a las 18, se inaugura Donde tu mirada se pierde. Allí, una exposición que reúne pinturas y bocetos de Mercedes Larreta.

Esta muestra despunta un mundo de palabras, danzas y texturas a través del vínculo tan particular que nos acercan los perros. ¿Cuántas formas de transmitir lo inefable? La mirada, el contacto, la expresión de esos cuerpos que dicen en un lenguaje lindante entre lo humano y lo animal. 

La profundidad de las pinturas de esta artista radica en la capacidad de evocar la espera, las formas de la compañía y esta coreografía afectiva que trazan los perros en su convivencia con nosotros. Una mirada, a su vez, que es siempre un retorno de lo que somos: donde lo que vemos se encuentra con lo que nos mira. 

La inauguración se presenta acompañada de un texto de Pablo Gianera y de un videodanza interpretado por Lucía Montoro, con música dj en vivo, que articula la expresión del movimiento con la interacción viva de las pinturas de Mercedes Larreta en el contexto de su estudio.

El entramado de la imagen, la palabra y el movimiento, desarrollado por Mercedes también en su obra poética, se tratará en un ciclo de tres actividades en el marco de esta exposición, coordinadas por Pablo Gianera y Lucía Montoro. 

La exhibición se podrá visitar hasta el 17 de noviembre en el tercer piso de LA CASA.

Desde aquel malentendido

Sobre la mirada errada 

Despiadada

Sólo queda corazón

Siempre queda el corazón

Desafilado

Mercedes Larreta

SOBRE LA ARTISTA

Si se escribiera la genealogía artística de Mercedes Larreta, según el modelo de Marco Aurelio en el Libro I de sus Meditaciones, podría empezarse diciendo sobre sus maestros, en estricta cronología: de Eduardo Audivert (1990), se quedó con la magia de la acuarela, la aceptación de la voluntad de la gota y su pigmento; de Guillermo Roux (2005), con el destino blando del óleo; de Norberto Marcet (2009), con la representación de la figura humana y el reflejo para fijar lo pasajero en su condición pasajera; del limeño Eulogio de Jesús (2016), con la libertad que concede la crítica honesta sobre la obra propia.

Mercedes Larreta pertenece a una familia de artistas, y ella misma se reparte desde hace años entre la pintura y la poesía.

La obra de Mercedes Larreta, que no le saca nunca la mirada a los árboles y los ríos, se inicia con la incertidumbre feliz del trazo, de su irrupción inesperada y llega, después una maduración sin vestigios de esfuerzo, a devolvernos el dibujo, ya no como contingencia sino como necesidad. Cerrado sabiamente sobre sí mismo, cada trabajo se nos ofrece a una contemplación de horizonte abierto.