“Algunos dicen que sólo hay que mirar para adelante; yo también digo que hay que mirar para adelante, pero con el espejo retrovisor para hacer un aprendizaje de lo que pasó”. Hace diez años, la entonces Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, utilizaba esta metáfora para describir el proyecto de la Casa Nacional del Bicentenario, durante su acto de inauguración, el 16 de marzo de 2010. Así nacía este proyecto que hoy cumple diez años y que, con algunos cambios desde el punto de vista conceptual y expositivo, continúa la tarea de acercar la cultura a la mayor cantidad de argentinos posible.
Pensada, planificada y desarrollada como un espacio cultural dinámico, abierto, plural y federal, el objetivo de la CNB al momento de su creación fue el de recuperar, fortalecer y celebrar la identidad de los argentinos a través de la reflexión sobre el pasado como herramienta crítica para pensar el presente y fortalecer el futuro.
Diez años después, la Casa se erige como uno de los más importantes espacios de arte contemporáneo argentino, reconocido por albergar en sus salas a los más renombrados premios de artes visuales del país, al tiempo que continúa su labor en la construcción de la identidad nacional a través del desarrollo e incentivo de la producción artística.
Un poco de historia
El edificio de la CNB es el resultado de la remodelación y puesta en valor de dos inmuebles que originalmente pertenecieron a Obras Sanitarias, ambos construidos en 1913. Con una superficie de casi cuatro mil metros cuadrados distribuidos en planta baja y cuatro pisos, el objetivo principal de la remodelación fue el de conservar y valorizar la arquitectura original a la vez que se generaban espacios e instalaciones acordes a las necesidades específicas de cada exposición. Así, ya desde la estructura formal del edificio, se materializa el objetivo primero de la CNB: una fachada de comienzo del Siglo XX y un interior de salas que mutan, cambian, se transforman y se acomodan a los requerimientos de las obras y los artistas del Siglo XXI. Pasado, presente y futuro en un solo lugar.
Durante su primera etapa (2010-2015) la Casa Nacional del Bicentenario funcionó bajo la dirección de la Arq. Liliana Piñeiro. Fue en ese período que la impronta histórica de la institución fue más fuerte. Las exhibiciones, pensadas y desarrolladas a partir de los doscientos años de historia del país, se concentraban en un tema o aspecto específico para desplegar un guión expositivo en el que confluían la historia y el arte argentino. Estas exposiciones fueron siempre acompañadas por una programación de cine, teatro, danza, música, cursos, talleres, charlas y presentaciones de libros que completaba, desde su curaduría, al objeto de cada exhibición. Algunas de las muestras de este período: Mujeres 1810-2010; Economía y Política. 200 años de historia; Mercedes Sosa. Un pueblo en mi voz; Música en Argentina. 200 años; Leonardo Favio y Amor.
La segunda etapa (2016-2019), bajo la dirección primero de Valeria González y después de Julieta Ascar, fue la de la profundización del viraje de la propuesta expositiva de la CNB más ligada al arte contemporáneo nacional. Durante este período, además de las muestras de producción propia (Casa Tomada; El Mundo del Espectáculo), la Casa exhibió las obras seleccionadas y premiadas del Concurso de Artes Visuales del Fondo Nacional de las Artes, del Premio Itaú y del Salón Nacional de Artes Visuales. También recibió la Muestra Anual de Argra, fue sede de Bienalsur y es sede del Museo Nacional del Grabado.
CNB. Presente y futuro
En esta nueva etapa que comienza, la premisa central será la de conciliar estos dos aspectos de la historia de la CNB: la Casa se mira a sí misma y, con un ojo en el futuro y atenta a la naturaleza de “espejo retrovisor” con la que fue creada, para 2021 se proyecta una exposición que retomará aquella primera, fundacional, Mujeres 1810-2010 para, a partir de la mirada del arte contemporáneo, volver a poner por delante el objetivo germinal de debate, pensamiento, discusión y reflexión con el que esta Casa fuera construida.
El feminismo (los feminismos) como movimiento de innegable, imparable, irremediable e innegociable impacto social, político y cotidiano será “el tema” que entroncará esta nueva era de la CNB. “El desafío de la vida es ese: repensarse y reflexionar a cada minuto”, concluía Fernández de Kirchner en aquel discurso de 2010. Diez años más tarde, lo seguimos intentando.
